Por supuesto que la "diplomacia" occidental se ha llevado las manos a la cabeza ante tamaño desvarío (el iraní, digo) que, al contrario que los bombardeos contra hospitales, escuelas o plazas públicas llenas de manifestantes en Libia (también por decir uno de los múltiples paises víctimas del terrorismo sanguinario de organizaciones como la OTAN), juzgan como una ofensa contra la soberanía británica y una agresión grave contra la estabilidad internacional.
Por supuesto que nadie ha dado la noticia en las televisiones "libres" del imperio subrayando el hartazgo que existe en Irán ante la constante desestabilización interna e internacional dirigida desde los despachos de las grandes multinacionales aunque ejecutada a través de los presidentes títere de las ficticias democracias del "mundo civilizado" que, muy adecuadamente a lo poco democráticas que realmente son, se intentan imponer por el mundo a sangre y fuego (como hicieron ya los curas y los monjes con la cruz). Al contrario, la imagen ha sido emitida como una agresión, tal y como ha dicho la mafiosa Hillary Clinton, contra ese concepto tan útil a los multimillonarios y sus corporaciones multinacionales hoy dia, la "comunidad internacional".
Los europeos en general, como en el resto de los casos ya tan rutinarios de manipulación informativa, por supuesto que critican el horrible acto llevado a cabo por esos "islamistas" desvocados, un evidente peligro para la humanidad, mientras siguen votando en los circos electorales a los partidos que apoyan genocidios contra pueblos enteros en nombre de la bolsa y del capitalismo, o se quedan tranquilamente en su casa mientras sus políticos y ejercitos hacen de securatas de las multinacionales en sus saqueos de los recursos de los pueblos díscolos (que para los de los pueblos sumisos basta con un simulacro de libertad y elecciones y un poco de ocio estúpico para que se traguen el cuento y les dejen saquear y asesinar tranquilos).
Por cierto que estos dias pasados la OTAN también asesinó a una veintena de soldados pakistanis cuyo delito fue estar en un puesto fronterizo o, quizas, tener la piel mas oscura. Aquella flagrante agresión contra un ejercito que ni siquiera es enemigo (sino aliado), aunque desde hace tiempo se sepa que EEUU está planeando también atacar Pakistan -y no solo en los puestos fronterizos- tampoco ha sido vendida por los mercenarios del periodismo "libre" como un crimen peligroso, sino como un nuevo "error lamentable".
A los iranies la Revolución Islámica, que, por muchos defectos que pueda tener, también tiene muchas virtudes (aunque estas no salgan en la tele), les ha hecho mantener la dignidad como pueblo, pues con un Shá como el que ésta derrocó hoy probablemente serian como cualquier esbirro de Arabia Saudí o Bahrein, es decir, sin voz ni voto (y me refiero en este caso incluso al voto simbolico al que nosotros, los avanzados occidentales, tenemos acceso aunque sin poder efectivo) ante los negocios de sus jeques y emires con sus recursos naturales y las multinacionales del primer mundo.
Lo cierto es que entiendo a la perfección el cabreo y el odio que un pueblo como el iraní ha de tener necesariamente ante el terrorismo de Europa, Israel y Estados Unidos, que es una sangrienta pesadilla que agita el mundo cada vez con mas intensidad, y la que algunos tendrán -o tendrémos, si es que los europeos comienzan a luchar contra la crisis y las agresiones a sus derechos en vez de llorar por las plazas y esquinas como hasta ahora- que pararle los pies de vez en cuando.