Lenin, "la dialéctica es el reflejo correcto del eterno desarrollo del mundo”.
Bertolt Brecht, el poeta comunista alemán, nos recuerda que las leyes de la dialéctica enseñan que nada es definitivo, que la historia está en movimiento perpetuo, que la lucha de clases es continua y que gira con ella sin parar la rueda de la historia: las leyes se pueden y deben transformar, las naciones no son estables, las alianzas cambiantes, el mercado anárquico, la historia, en definitiva, siempre en construcción; la clase obrera, asumiendo el materialismo dialéctico, consciente de sí, puede y debe convertirse en el sujeto revolucionario que haga avanzar la sociedad hacia su emancipación y el fin de toda explotación,
Todo es posible; si se lucha por ello sin bajar la guardia, todo "nunca" puede ser "hoy mismo".
ELOGIO DE LA DIALÉCTICA, Bertolt Brecht
¿Quién se atreve a decir “nunca”?
¿De quién depende que la opresión continúe? De nosotros.
¿De quién depende que se la aplaste? También de nosotros.
Hoy la injusticia se pavonea con paso seguro.
Los opresores se instalan como para diez mil años.
La violencia asegura: “Todo seguirá como está”.
No suena otra voz que la de la clase dominante
y en los mercados la explotación proclama: “Esto recién comienza”.
Por otra parte muchos de los oprimidos ahora dicen:
“Lo que nosotros queremos, nunca será”.
Los opresores se instalan como para diez mil años.
La violencia asegura: “Todo seguirá como está”.
No suena otra voz que la de la clase dominante
y en los mercados la explotación proclama: “Esto recién comienza”.
Por otra parte muchos de los oprimidos ahora dicen:
“Lo que nosotros queremos, nunca será”.
¡El que aún está vivo, que no diga: “nunca”!
Lo seguro no es seguro.
Nada quedará como está.
Cuando hayan hablado los que dominan
hablarán los dominados.
Lo seguro no es seguro.
Nada quedará como está.
Cuando hayan hablado los que dominan
hablarán los dominados.
¿Quién se atreve a decir “nunca”?
¿De quién depende que la opresión continúe? De nosotros.
¿De quién depende que se la aplaste? También de nosotros.
El que es derribado, ¡que se levante!
El que está perdido, ¡que luche!
El que está perdido, ¡que luche!
¿Cómo han de detener a quien ha tomado
conciencia de su situación?
conciencia de su situación?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y ese “nunca” va a llegar a ser: ¡Hoy mismo!
y ese “nunca” va a llegar a ser: ¡Hoy mismo!