El ex presidente José
Luis Rodríguez Zapatero ha estado esta semana de visita en Uruguay para
participar en unas conferencias sobre seguridad pública organizadas por
la Fundación Propuestas, una institución vinculada al Partido Colorado
cuyo líder es, ni más ni menos, el hijo del que fue dictador del país
latinoamericano. Como bien dice el refrán castellano, "dios los cría y ellos se juntan".
Este hecho nos da una idea de la naturaleza del evento,
y nos permite constatar que los lazos del socialismo español con la
derecha no sólo se reducen a España y Europa, sino que son "multinacionales". De hecho, basta recordar las relaciones del máximo responsable de la creación de los GAL, el socialista, dice aún, Felipe González, que hizo toda una red de contactos con las mafias sudamericanas, especialmente en Venezuela y Colombia.
Durante estas charlas,
ZP ha pretendido mostrarle al pueblo uruguayo los “éxitos” de su
política de seguridad, destacando la disminución de la reincidencia y la
alta tasa de reinserción social, fruto según él de la baja en la edad
de imputabilidad penal de los 21 a los 18 años, entre otros factores.
Las declaraciones del ex presidente se producen en medio de un agitado
debate en Uruguay, en el que la derecha ha propuesto bajar la edad de
imputabilidad de los 18 a los 16 años de cara a las próximas elecciones
de octubre, provocando una contundente respuesta entre el resto de
partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, que se han
posicionado en contra y organizado en torno al lema ‘NO A LA BAJA’.
Dirigentes del propio PS uruguayo han acusado a Zapatero de ‘hacerle el
juego a la derecha’ al venir a apoyar la medida propuesta por blancos y
colorados, y de incidir en su contra en plena campaña electoral. Un
gesto muy torpe al que, desde luego, estamos acostumbrados lxs españolxs
que sufrimos su gestión política.
Marea Granate
de Uruguay ha querido recibir a nuestro ex presidente con los honores
que merece un mandatario de su categoría y trayectoria: con un escrache. Según cuentan,
ZP no les dedicó más que su sonrisa jokeriana y un expresivo
arqueo de cejas marca de la casa, aunque finalmente derivó en un gesto
torcido y una carrera hacia la puerta de la sede del PSU (Partido
Socialista Uruguayo).
Uno de los españoles presentes en el escrache, forzados a emigrar de su país por las políticas perpetradas por Zapatero y Rajoy, ha declarado lo siguiente:
"Formamos parte de la Marea Granate, un movimiento con presencia en más
de 20 países de todo el mundo que se forma de los nuevos inmigrantes, la
gente que hemos tenido que salir del país por culpa de la crisis. Hoy
estamos en Montevideo a causa de la visita de Rodríguez Zapatero, el ex
presidente del Gobierno. Nosotros hoy queremos exteriorizar nuestra
protesta y nuestro desacuerdo más absoluto con la figura de Zapatero y
las políticas que ha llevado a cabo, especialmente ahora que se cumplen
tres años del cambio de la Constitución y la aprobación del artículo 135,
y de la subordinación del interés público a la deuda privada. Nos hemos
venido por culpa de esas decisiones, estamos aquí un montón de gente y
muchos en situaciones bastante precarias y es por culpa de esas
políticas. Es interesante ver cómo han acabado los responsables de esas
políticas. El señor Zapatero haciendo tours y vendiendo consejos, sus ministros colocados convenientemente en distintos consejos de administración".