“La violencia simbólica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas expectativas colectivas, en unas creencias socialmente inculcadas” (BOURDIEU, Razones prácticas.Sobre la teoria de la acción, Anagrama, Barcelona, 1999)
Mientras Occidente intenta criminalizar el uso del burka (a pesar de lo poco que se usa) e incluso el hiyab, sobre la violencia simbólica contra las mujeres en la cultura capitalista, con fines comerciales, se corre un tupido e interesado "velo".
Por supuesto que, como en la mayoria de los asuntos, para proceder a la prohibición o no de determinadas decisiones no se pregunta a las mujeres que las toman, y al contrario, como en el caso del aborto, son las instituciones, o incluso la iglesia, quienes intentan decidir por ellas.
¿Por qué tanto interés en señalar al burka o el velo islámico como forma de sometimiento de la mujer, mientras los horribles e incomodos tacones, la ropa ajustada, o la continua obligación del maquillaje, el peinado, la talla o la celulitis se convierten en curiosos "ejercicios de libertad" de la "mujer moderna"?
Recientemente, la psicologa britanica Susia Orbach propuso un curioso ejercicio en Madrid, que consistia en preguntar en un vagon de metro a las mujeres qué les gustaria cambiar de su cuerpo. Todas enumeran, al menos, cuatro partes: ojos, tripa, piernas, pechos. Al preguntarles lo contrario, qué les gustaba de su cuerpo, la respuesta es mas dificil, y muchas no saben que contestar.
"Hay una violencia real hacia la mujer para que no acepte su cuerpo,y está promovida solamente por los intereses comerciales", afirmó Orbach tras explicar el experimento.
Orbach es una gurú en contra del culto al cuerpo. Esta terapeuta y columnista del diario "The Guardian" está detrás de la campaña publicitaria de una conocida marca de comésticos que fomenta la belleza natural de las mujeres reales. "Una realidad manipulada por los retoques hechos con photoshop para los anuncios. Así, las mujeres construyen en sus mentes una imagen de un cuerpo y una cara que no son reales", critica Orbach y recuerda los beneficios millonarios que ganan empresas dedicadas a las cremas de belleza o a las dietas.
Por supuesto que esta realidad no es aislada, sino que se relaciona con la medicalización de la salud, con la obligación de estar sano, con la lucrativa vinculacion entre Salud y fármaco, Belleza y Cosmética, es decir, con el beneficio economico de las empresas.
"Estar sano ya no es un deseo y una aspiración natural, sino una especie de tiranía que ha convertido la salud en un deber que, según la industria del bienestar, sólo podemos satisfacer mediante el consumo de determinados productos y servicios comerciales", señalan José Antonio Díaz Rojo y Ricard Morant, investigadores de la Universitat de Valencia.
En esta situación no es de extrañar que millones de adolescentes del mundo sean propensas a la anorexia, y que quien no se ajuste a las imposiciones estéticas publicitarias sea proclive a la angustia, a la escasa autoestima, y a otros problemas de autoaceptacion.
Son muchas las feministas que han volcado su activismo en denunciar la presión que sufren las mujeres para estar siempre jóvenes y guapas. Desde la feminista Naomi Wolf con su libro "El mito de la belleza" (1991), hasta el grupo feminista francés "La Barbe", cuyas socias basan sus intervenciones en interrumpir actos públicos protagonizados por hombres disfrazadas con barbas postizas. La realidad es que, aunque aun minoritarias, la resistencia a la dictadura de la estetica, de la belleza femenina, al servicio de los ojos del hombre y del beneficio empresarial, es constante.
Para Myria Vassiliadou, secretaria general del "Lobby Europeo de Mujeres", en la actualidad parece que "sólo haya un concepto único de cuerpo, el que nos han impuesto, que no hay variedad". Idea en la que redunda Susie Orbach, que señala que "No nos sentimos mal con nuestra condición social, sino con nuestro cuerpo. Es decir, una mujer puede estar en paro, puteada en el trabajo, con problemas para pagar la hipoteca, pero su obsesión principal, a lo que le empuja el bombardeo publicitario, la imposicion de los requisitos para aceptarse a si misma y ser aceptada por los demas, es "estar guapa".
El problema es, además, generacional. Las madres transmiten esa culpabilidad por no ser guapas y perfectas a las hijas. "Hay una sensación muy grande de infelicidad mental entre las más jóvenes. Y es porque las marcas comerciales ya utilizan a niños de 3 años para sus campañas y retocan sus fotografías", apunta Orbach.
La idea de las activistas es que la tiranía del cuerpo sea tomada en serio por los políticos y la incluyan en las políticas contra la violencia machista. Para los próximos meses, Orbach ha organizado un congreso en Londres sobre este asunto. "Sólo falta que haya voluntad de las autoridades", concluye.
La violencia simbólica que sufren las mujeres en este sentido también la sufren los hombres, y cada dia mas. Sin embargo, el sometimiento de la mujer en cultura judeocristiana, aprovechado por las multinacionales para potenciar su necesidad de ser atractiva a los ojos del hombre, es mucho mayor, puesto que, aunque convenga negarlo u se intente desviar la atención acusando al Islam como religion machista, la cultura capitalista y la religion cristiana no son un ejemplo ni mucho menos, y mas bien lo contrario, de igualdad sexual (aunque, eso si, nos vendan muy bien, sin darnos cuenta, lo supuestamente libres que somos).
Mas información de los movimientos feministas contra la dictadura de la estética en: http://generoconclase.blogspot.com/2010/06/el-estereotipo-de-belleza-una.html
4 comentarios:
Bueno...soy una mujer ya mayor y sencilla... aunque a mi forma de pensar la llaman "algun@s" radical (y esto te lo cuento porque en mi pensamiento estan las palabras de tu post o artículo) coincido plenamente con él,y por supuesto es la observación más exacta y real y en absoluto radical... aunque yo no sepa expresarlo como tú evidentemente.
Con tu permiso, lo copio y lo pondré en mi blog como encuentro interesante, para que lo lean algunas mujeres " liberadas"
Un saludo
Veamos esto con pinzas:
Acaso no han encontrado restos de adornos y joyas usadas por las mujeres en tiempos remotos, también restos de lo que podemos llamar "maquillaje" en culturas tan antiguas como la egipcia, donde la mujer tenía, prácticamente, más derechos que en la actualidad en ciertas zonas del planeta.
Así que no creo que sea tan así como lo describe la señora Susie, si bien todos sabemos lo que hacen los medios de comunicación para fomentar normas estéticas y esa adicción por el consumo compulsivo, tan sólo hace falta ir a una tienda de ropa femenina y comprobar ese deseo compulsivo, casi diría que destructivo.
Por otra parte... la señora Susie Orbach está trabajando para Dove (el de la campaña "que fomenta la belleza natural"), y por consecuencia para Unilever: vean esto
http://www.youtube.com/watch?v=odI7pQFyjso&feature=player_embedded#at=73
También lean esto: www.greenpeace.org/dove (aunque la cagada ya está hecha)
Susie Orbach: "Hay una violencia real hacia la mujer para que no acepte su cuerpo,y está promovida solamente por los intereses comerciales"
¿Y qué pretende acaso Unilever?
El artículo está sesgado porque solo se mira desde el punto de vista de la mujer, pero es cierto lo que dice: somos la tercera generación de la dictadura de la estética arraigada a golpe de TV, Cine y ahora, Internet.
Lo que pasa es que ya no solo son víctimas las mujeres, los chavalitos jóvenes, también. Desde pequeños les estamos bombardeando con mensajes que equiparan belleza con bienestar.
A pesar del sesgo, es innegable que las mujeres son víctimas de esta dictadura en mayor grado que nosotros.
Tomás F.
Si, es verdad, solo se dirige a la violencia simbolica contra las mujeres. Y es cierto que tambien los hombres la sufren.
Saludos
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