Por eso, han seguido mintiendo incluso después del clamor del pueblo y del estupor de los medios de comunicación de todo el mundo, afirmando cosas como que "no ha habido referéndum" o que "la policía ha actuado con proporcionalidad" (los mantras a repetir que deben aprender los fascistas en algún manual de Cómo aparentar ser democrático y respetar los derechos humanos para Dummies).
El resultado: más de 800 heridos, imágenes que han pasado a la historia de represión visceral por parte de la policia, poco explicables por mucho cinismo que se le eche como "cumplimiento de la ley". Pero Soraya Sáenz de Santamaría, no contenta con eso, ha salido a dar explicaciones como si no hubiera pasado nada, convirtiéndose en blanco fácil para los videos que están saliendo en las televisiones de todo el mundo en los que tras sus intenciones de aparentar "normalidad" democrática se transformaban en chistes de mal gusto cuando se contrastan con las imágenes de la carnicería del gobierno español en Cataluña.
Quizás es que, echando mano al refranero, de casta le viene al galgo, y para la vicepresidente la represión sea "la normalidad", algo comprensible si se conocen sus orígenes. siendo hija de uno de los sanguinarios represores de la dictadura franquista, el General José Antonio Saénz de Santamaría, que dirigiera, entre otros, los últimos fusilamientos del régimen antes de la muerte de Franco (aunque bien es cierto que luego habría otros que intentaban ser más disimulados sin éxito, como los dirigidos por el otro partido pilar del nuevo régimen atado y bien atado por el viejo, el PSOE -los GAL, la cal viva y otras ejecuciones extrajudiciales organizados por las cloacas del estado).
Todo esto nos recuerda a otro lamentable episodio de tomadura de pelo del gobierno del Partido Popular a los ciudadanos y a la prensa mundial, cuando ante los atentados del 11-M de Madrid, en 2004, y por mezquinos motivos electorales, el gobierno mintio acusando a ETA del atentado cuando todas las pruebas apuntaban a grupos islamistas, que lo habían realizado como respuesta a la decisión unilateral del gobierno Aznar de convertir a los soldados españoles en los sherpas del ejército norteamericano en la invasión de Irak.
En el siguiente video de TV3, aparece en todo su esplendor la caradura de Soraya Sáenz de Santamaría, declarando que no había pasado nada en Cataluña mientras a su espalda se ven los vergonzosos ejemplos de salvajismo de la policía española contra los ciudadanos que hacían cola para votar, rostros ensangrentados, policías rompiendo uno a uno los dedos de una mano de una chica, una pelota de goma disparada como si se tratara de tiro al blanco sobre un chaval, colegios destrozados, ancianas arrastradas por el suelo, y enfermos golpeados; todo ello como una metáfora doliente que nos revela la calaña de los psicópatas que nos gobiernan, un nuevo ejemplo de esperpento español con tintes, muy sangrientos, de humor negro.
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