La profesora Maria Cristina Saborido fue víctima de la dictadura militar argentina y de la complicidad de la iglesia oficial, siempre al lado del poder, con sus crímenes.
La exdetenida y desaparecida en Pozo de Banfield/Quilmes, en Julio de 1977, le recuerda al nuevo Papa, el de la reconciliación, el que se quiere hacerse pasar ahora como el de los pobres, que la justicia significa que los culpables paguen, y que ella como sobreviviente de aquellos desmanes, los de los militares, los capitalistas que los financiaban, y la iglesia oficial que los sostenia (incluyendo al mismo Bergoglio, hoy Francisco I), ni olvida ni perdona.
La exdetenida y desaparecida en Pozo de Banfield/Quilmes, en Julio de 1977, le recuerda al nuevo Papa, el de la reconciliación, el que se quiere hacerse pasar ahora como el de los pobres, que la justicia significa que los culpables paguen, y que ella como sobreviviente de aquellos desmanes, los de los militares, los capitalistas que los financiaban, y la iglesia oficial que los sostenia (incluyendo al mismo Bergoglio, hoy Francisco I), ni olvida ni perdona.
Una emotiva y sincera carta que llama a las cosas por su nombre, y define a la perfección a la iglesia que representa el nuevo papa, que no dudó, como tampoco las del resto de las dictaduras criminales, como la de Chile, España o tantas otras, en perseguir a los sacerdotes que si que estuvieron del lado de los pobres y del de los que de verdad creian en un mundo mas justo e igualitario.
El texto lo acompañamos con un video en el que, con la base de la canción de Joan Baez "Ellas danzan solas", en homenaje y apoyo a las madres de los miles de desaparecidos por las dictaduras latinoamericanas, se hace un video montaje que recuerda la complicidad con aquellos crimenes no solo de Bergoglio, el papa Francisco I, sino de toda la iglesia católica:
YO TE CONTESTO BERGOGLIO – Profesora María Cristina Saborido
Tal vez porque después de tanto tiempo puedo tomar distancia.
Tal vez porque después de tanto tiempo ya no siento que se subleva mi
corazón y se enloquece la vena de mi garganta ante tanta desfachatez de
parte tuya y de los curas que te acompañan.
Tal vez porque los años pasaron para vos y para mí y al pasar me dejaron esa desolada sensación que es extrañar.
Yo te contesto.
Y le contesto a ese solapado intento de trazar los caminos que al
parecer debemos caminar para salvar el alma y vivir en un País en el que
reine la concordia a partir de perdonarnos o tal vez reconciliarnos.
Despojado de la humildad que debieras mostrar por tener el culo sucio de reconciliación has hablado
Y te planteo ¿Reconciliarnos? ¿con quién o con quiénes?
¿Con los que comulgaban de día y asesinaban de noche?
¿Con los que nos pasaban sus sucias manos por los pechos y pezones
mientras con sus lenguas nos baboseaban estando atadas y sin poder
defendernos?
¿Con los que se robaban los hijos de las que parían para entregarlos a familias de milicos?
¿Con los que se burlaban de nuestras madres y las llamaban locas?
¿Con los que nos estrellaban las cabezas contra las rejas de las celdas
para gozar sádicamente con los lamentos y los gritos de dolor que el
hierro rompiéndonos la carne producía en nuestros cuerpos?
Te has atrevido a sermonear teniendo el alma negra y el culo sucio.
Y al hacerlo lo has hecho desde la impudicia de la inmoralidad que debiera hacerte guardar un silencio recoleto.
Porque debieras responder con el silencio al silencio que producen en mi alma la muerte de tantos compañeros que no aparecen.
30.000 compañeros no volvieron, 30.000 silencios en el silencio de ese
horror que fue que la Iglesia delatara y entregara a los corderos a la
muerte.
¿Por qué hablas ahora y no lo hiciste entonces?
Pudiste hacerlo… otros lo hicieron.
Vestían la sotana y andaban por las villas, fueron mis compañeros.
No regresaron.. …
Desde este extrañar que se hizo costumbre en cada día de mis días.
Desde este llorar por las noches a escondidas.
Desde este sentir que algún día volveré a abrazarme en un abrazo con tantos compañeros que se fueron.
Desde esta convicción de saber que la Iglesia fue una mierda delatora que entregaba y señalaba.
Desde este sentimiento de resistir a tanto inmoral vestido con sotana
que cree que el discurso y las palabras han de acallar los gritos que
duermen en mi alma.
YO TE CONTESTO BERGOGLIO.
Y lo hago convencida que hay otros como yo que sienten lo que siento.
Teniendo el culo sucio, teniendo el alma negra y habiendo pactado con el diablo no podés venir a hablar cuando callaste.
Silencio recoleto, mea culpa y muchas oraciones que tal vez perdonen tus pecados
Porque yo que soy sobreviviente, no te perdono.
Tampoco olvido
Y menos aún me reconcilio.
Profesora María Cristina Saborido
Ex – detenida – desaparecida Pozo de Banfield/Quilmes en Julio/ 77
Algún día empezarán a respetarnos.
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2 comentarios:
Es un hijo de puta este tipo...
No te imaginás lo que es vivir en un país papista si sale de él el papa. Pobres de los polacos con cerebro, lo que deben haber soportado con más de 25 años de fanatismo del más conspicuo protector de pederastas.
Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura, dijo Jesucristo. Estas palabras no son una máxima piadosa. Son una ley de la realidad. El mundo moderno, que ha querido buscar ante todo lo económico, no sólo no consiguió esto, sino que perdió por añadidura el reino de Dios, incluida la católica y farisaica iglesia de roma. Y no porque no lo sepan, porque los Evangelios contienen los principios esenciales de la vida humana, que ninguna economía debió olvidar.
Tú que deseas una iglesia para pobres para que así siga habiendo pobres que justifique vuestro impuro negocio, recuerda, Paco, que la economía no tiene un fin en sí, como si fuese un dios. La economía está en función del hombre. Debe servir al hombre. Y no a un hombre forjado en el cerebro de un filósofo, sino al servicio del hombre real, como criatura creada por dios con todas las virtualidades jerárquicas que en sí encierra. Si se olvida esta verdad de sentido común, como habéis conscientemente olvidado, nos exponéis a creaciones verdaderamente maravillosas pero nefastas y diabólicas. Los regímenes económicos que ahora nos imponen, y al que eres incapaz de hacer frente denunciando su criminalidad, con las teorías de los economistas, construcciones sumamente grandiosas lo único que están consiguiendo es sacrificar a la colectividad humana, Paquito.
Cuando la vida económica está ordenada en un sentido humano, la técnica puede desempeñar una benéfica función, haciendo más ajustable los distintos órganos de la actividad económica con un rendimiento más humano. Pero si falta este ordenamiento humano, toda técnica resulta estéril, maléfica. Y vosotros, Paco, sois tan culpables como ellos.
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