El poeta Nazim Hikmet nació en la ciudad griega de Salónica, que en 1901, el año de su nacimiento de su nacimiento, formaba parte del Imperio Otomano. En 1921, impresionado por la Revolución Bolchevique, viajó a la URSS. Estudió sociología y ciencias económicas en la Universidad de Moscú e ingresó en el TKP, el Partido Comunista de Turquía.
En diciembre de 1924 regresó a Estambul y se incorporó a la redacción del diario Aydınlık (Claridad), órgano del TKP, que fue clausurado por las autoridades en febrero del año siguiente, coincidiendo con las medidas excepcionales que el Gobierno había adoptado tomando como pretexto un alzamiento kurdo. Los colaboradores de Aydınlık fueron detenidos y procesados. Nazım Hikmet logró evitar ser arrestado huyendo a Esmirna y pasando a la clandestinidad. Juzgado en rebeldía, fue condenado a 15 años de cárcel, por lo que, en septiembre de 1925, tuvo que exiliarse en la Unión Soviética.
Regresó a Turquía en 1928, sin pasaporte, y, tras pasar seis meses en prisión. En 1933 volvió a ser detenido y encarcelado, acusado de asociación ilegal y de pretender implantar un régimen comunista, aunque en 1935 se benefició de una amnistía general. De nuevo, en 1938 fue condenado a 28 años y 4 meses de prisión por sedición. Pasó doce años en la cárcel.
Gracias a una importante campaña internacional para pedir su liberación, es amnistiado en 1951. Ese mismo año abandona Turquía para siempre. Despojado de su nacionalidad turca, terminó su vida en el exilio con ciudadanía de Polonia. Murió de un ataque al corazón en Moscú en junio de 1963.
La obra de Hikmet, como su propia vida, se caracteriza por el compromiso político. En 1959 escribió el poema "Vamos a la luna", en el que en pocos versos contesta a a la pregunta qué es ser comunista, precisamente como una búsqueda de respuestas.
Vamos a la luna*
(26 de agosto de 1959)
Vamos a la luna
y más lejos todavía
a donde ni siquiera alcanzan los telescopios.
¿Pero cuándo la gente en nuestra Tierra
dejará de pasar hambre,
nadie tendrá miedo de nadie,
nadie mandará sobre nadie,
nadie maldecirá a nadie,
nadie robará a otro su esperanza?
Por esto soy comunista
para responder a esta pregunta.
(26 de agosto de 1959)
Vamos a la luna
y más lejos todavía
a donde ni siquiera alcanzan los telescopios.
¿Pero cuándo la gente en nuestra Tierra
dejará de pasar hambre,
nadie tendrá miedo de nadie,
nadie mandará sobre nadie,
nadie maldecirá a nadie,
nadie robará a otro su esperanza?
Por esto soy comunista
para responder a esta pregunta.
*Poema incluido en Poesía social y revolucionaria del Siglo XX (Editorial Agora, 2012)
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