El emperador sanguinario aterrizará en España procedente de Varsovia, donde se celebra una reunión de los miembros de la OTAN en vistas a la citada creciente competencia con los nuevos aspirantes a imperio, que EE.UU. y sus subditos de la U.E. quieren frenar a toda costa.
Ante la vergonzosa visita del que es, quizás, el hombre vivo con más sangre de inocentes en sus manos, la retahila de tributarios que sufrimos en España hacen cola para poder charlar con el amo (que aunque esta vez sea negro, piensa como un blanco multimillonario y, por lo tanto, diría Balzác, gran delincuente). El primer vasallo de la lista es el actual rey, Felipe VI, que sabe que debe a los mafiosos norteamericanos, junto a los saudís, que el franquismo se reprodujera a sí mismo en forma de monarquía borbónica, a pesar de la oposición popular y pasándose por el salva sea la parte la legitimidad republicana.
Claro que, todo lo anterior, fue a cambio de que España se pusiera a los piés del imperio y de que, entre otras cosas, dejara instalar en su territorio, unas cuantas bases militares, para controlar posibles desvíos y, por otro lado, que sus matones uniformados estuvieran más cerca de los paises ricos en recursos naturales y, por lo tanto, invadibles. Así que, Obama irá, ya que pasa por aquí, a visitar uno de estas bases del ejército norteamericano, la de Rota, una de las piezas actuales del escudo antimisiles de la OTAN contra Rusia, junto con otras en Polonia, Turquía o Rumania.
Después del principal vasallo del emperador, el rey, le seguirá otra larga lista de servidores, empezando por el presidente en gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y los actos de pleitesia programados incluyen también las genuflexiones de Pedro Sánchez, Albert Rivera y de Pablo Iglesias, que saben que para tocar poder en la España actual, obra y gracia de los ingenieros sociales de La Casa Blanca, no hay que salir a la calle, como afirma el líder "excomunista" de PODEMOS, sino estar en las instituciones, y llevarse bien con quien corta el bacalao.
Al fin y al cabo, Iglesias sabe bien, se lo enseñó su admirado Felipe González, que una cosa es vender la moto a los ciudadanos con palabras bonitas como "democracia", "votación", o "libertad", y otra hacer cosas sin contar con el boss una vez llegados a esas instituciones que hoy son el único camino "democrático" para los antaño defensores de "tomar las calles" o de las "sentadas en la Puerta del Sol".
En fin, que toda la mafia, la "casta", o, sin eufemismos, la clase capitalista o los aspirantes a formar parte de ella, están como novia ante el altar, emocionados por poder charlar con el señor y, quizás, poder conseguir alguna gracia, algún nuevo privilegio o alguna palmadita en la espalda para borrarles la tan perjudicial imagen en la España diseñada en el franquismo desde despachos ovales, de estar del lado de la clase obrera.
Ante la visita de Obama, se han convocado manifestaciones en las ciudades de Madrid y Sevilla para el próximo domingo 10 de julio. Las movilizaciones, convocadas por Plataforma contra la guerra y Marchas por la dignidad, con el lema Obama go home!, quieren mostrar el rechazo popular a la visita del presidente de Estados Unidos, "el mayor responsable de asesinatosde masas vivo de la historia", además de exigir el cierre de las bases norteamericanas instaladas durante el franquismo en España, y perpetuadas por todos los gobiernos de la España "atada y bien atada" de los herederos del dictador, Juan Carlos I y Felipe VI. Las protestas contra el presidente del, de momento, principal imperio mundial, aprovechan la visita para mostrar el rechazo de los trabajadores a la organización imperialista OTAN, dirigida desde Washington, o al Tratado de Libre Comercio EEUU-Europa, que se pretende imponer a los ciudadanos europeos.
La concentración de Madrid tendrá lugar en la Embajada de Estados Unidos, situada en la calle Serrano, a las 12.30 horas, una hora más tarde de la manifestación sevillana, que está convocada en el puente de Triana.
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