Mientras en Chile se continua juzgando a todos los responsables de la desaparicion de miles de ciudadanos durante la dictadura de Pinochet, cuando unas 3.200 personas fueron asesinadas a manos de agentes del Estado ( unas 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos), en la España se hace la vista gorda, como si no hubiera pasado nada.
Lo que sucede en Chile en España es todavia impensable, lamentablemente, porque el franquismo esta mucho mas presente en las instituciones y en la politica de lo que se dice. Bien oculto, pero todavia jodiendo. Eso que la cantidad de desaparecidos y encarcelados por motivos politicos tras la Guerra Civil fue de, al menos, 40.000 (sin contar los represaliados durante el conflicto) (Tussel 1999 V. III. Cap. Vencedores y vencidos: los desastres de la guerra y la represión).En España la democracia continua aun lastrada por el genocidio sistematico por parte del estado de miles de personas, aun no juzgado, no asumido, no cerrado. Entre otras razones, no la unica, porque el actual Jefe del Estado, el Rey Juan Carlos, juro los principos nacionales del movimiento franquista, identificandose de este modo con su politica criminal. Juzgar al franquismo es tambien juzgar a la monarquia actual, y, por ende, a toda la estafa mediatica de la transicion. Los malabarismos autojustificativos de la transicion fueron tan chapuceros como la propia Constitucion, elaborada mientras el ejercito amenazaba con sacar los tanques.
Mientras en Chile los asesinos, vivos o muertos, son juzgados y puestos en el lugar de la historia que les corresponde, en España todavia el franquismo tiñe instituciones, fuerzas armadas y de seguridad, intelectuales, prensa y justicia. Y en ese juego participaron, y en muchos casos todavia hoy, tanto los fascistas de ayer con disfraz nuevo hoy, el PP, como los traidores que entre sus filas tienen a gran cantidad de represaliados y asesinados, como el socialfascista PSOE, el ya no comunista PCE, y el oportunista nacionalismo del PNV o CiU.
"El juez chileno Víctor Montiglio procesó hoy a unos 120 antiguos represores de la dictadura de Augusto Pinochet por su responsabilidad en la desaparición de centenares de opositores en los años 70, informaron fuentes judiciales y policiales.
Según las fuentes, más de la mitad de los imputados, contra quienes el juez dictó órdenes de detención que comenzarán a ser cumplidas mañana por detectives de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, nunca han comparecido anteriormente ni han sido siquiera mencionados en las violaciones a los derechos humanos.
Por ello, el juez Víctor Montiglio afirmó que se está "mucho más cerca del final" de las investigaciones por casos de violaciones a los derechos humanos.
"En general, nosotros estamos investigando a todos los que han tenido participación en lo cuarteles, en la medida en que hayan intervenido o afirmado la situación de prohibición de libertad de las víctimas", agregó el juez en declaraciones a la prensa.
Entre los nuevos imputados, hay cinco altos oficiales retirados del Ejército: César Manríquez, Manuel Carevic, Sergio Castillo, Fernando Chaigneau y Luis Sovino, además de 45 suboficiales, 14 ex miembros de la Fuerza Aérea, once de la Marina, seis de la Policía de Investigaciones y 32 ex carabineros, entre otros.
El juez afirma que se está "mucho más cerca del final" de las investigaciones
Según el abogado Boris Paredes, de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, que es parte querellante en los juicios, la investigación ha alcanzado a quienes conocieron los casos y jamás los denunciaron.
Son agentes que cumplían labores de custodia y traslado de prisioneros políticos, dijo Paredes, en cuya opinión el juez Montiglio ha avanzado sustancialmente en establecer las responsabilidades criminales de los casos. Bravo se excusó de proporcionar mayores antecedentes, pues el juez ha pedido reserva a las partes, con el objeto de completar las diligencias que aún están en marcha.
Los casos a que se refieren los procesamientos son las llamadas Operación Cóndor, Operación Colombo y el caso Calle Conferencia, más una arista de este último conocido como "caso de los trece'.
La Operación Cóndor fue una coordinación entre las dictaduras militares del Cono Sur americano para eliminar opositores en los años 70 y comienzo de los 80.
La Operación Colombo fue un montaje creado en 1975 para encubrir la desaparición de 119 opositores, la mayoría miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), agrupación que combatió con las armas contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
3.200 muertos a manos del Estado
En diciembre de 2005, el juez Montiglio había procesado en este caso al propio Augusto Pinochet, fallecido un año después , en diciembre de 2006, sin haber sido condenado por violaciones a los derechos humanos ni por los delitos económicos por los que también estaba enjuiciado.
También Montiglio ya había procesado en este caso a la cúpula de la DINA, la policía secreta de Pinochet, incluido su máximo responsable, el general Manuel Contreras, así como a los ex oficiales Miguel Krassnoff Marchenko y Marcelo Moren Brito, que acumulan varios procesos por violaciones de derechos humanos.
Pinochet nunca fue condenado por violaciones a los derechos humanos
Entre las víctimas de la Operación Colombo figuran los cineastas Carmen Bueno Cifuentes y Jorge Müller Silva, así como Juan Chacón Olivares, Jorge Humberto D'Orival Briceño y Juan Carlos Perelman, entre otros.
El caso Calle Conferencia consistió en el exterminio, a mediados de 1976, de toda la directiva del Partido Comunista que actuaba en la clandestinidad y el referido a 'los 13' fue una derivación en la que fueron hechos desaparecer trece dirigentes medios de la misma agrupación".
http://www.publico.es/internacional/247626/chile/procesa/represores/dictadura/pinochet
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