Con el siguiente poema del comunista rumano Mihai Benuic quiero mandar un deseo desde aquí a todos los soñadores y luchadores del mundo, a todos aquellos que, como afirmaba el Ché, son todavia capaces de indignarse ante la injusticia y unirse para enfrentarse a los que la comenten, algunos haciéndo lo que pueden en su barrio, en su fábrica, o en su blog, y otros muchos que en sus montañas, selvas, o ciudades imitan al revolucionario argentino con su ametralladora o su grupo de combate.
La lucha, es cierto, ha de adaptarse a las circunstancias, pero siempre hay que tener claro que el comunismo es un largo camino y que tenemos que seguir dando pasos sin rendirnos y sin renunciar a nuestros ideales engañados por las migajas de la comodidad y del pájaro en mano.
El comunismo, la sociedad en la que ningún hombre explote a otro hombre, es una estrella roja, como dice Benuic, que nosotros miramos soñando alcanzar desde nuestro telescopio... Y aunque nos parezca inalcanzable y los logros en el camino siempre imperfectos, tenemos que seguir inspirándonos en ella y luchando para que en un mundo de justicia, igualdad y solidaridad no quede ni un explotador, ni un capitalista, ni un mentiroso, ni ningun rey capaces de ocultarnos de nuevo la luz y de hacer que nos resignemos a seguir viviendo en la oscuridad.
Estrella roja, Mihai Benuic
(traduccion propia)
Se chocan las nebulosas
los sistemas solares, las estrellas,
los astros se apagan y devienen
materia muerta,
y resucitan despues como una supernova,
mientras los átomos murmuran..
Las esferas cantan,
y se alejan millones de años luz,
o se acercan, ¡Quien sabe!
Limitado por el infinito,
esta el hombre, en el cabo de Buena Esperanza.
Nombra las estrellas sin número,
mide la lejania sin fin,
y corre con su pensamiento,
a veces adelante, otras hacia atrás,
construyendo efimeras verdades y grandes sueños
sobre incertidumbres cada dia mayores.
El sueño está lejos,
como las rojas estrellas inmensas,
que son miles de veces
más poderosas que nuestro sol,
en cuanto a su luz, en cuanto a su calor.
La libertad es una estrella roja
y el hombre la observa, soñador,
a traves de su telescopio.
3 comentarios:
¡Muy bueno!
Magnífica poesía.Acertadísima felicitación. Besos
El mejor regalo en estas fiestas, Luis. Cordiales saludos a ti y a Carmen, de Ciberculturalia.
Publicar un comentario