Un camarada nos envia la siguiente noticia sobre la persecución contra lo que no es la España Una, Grande y Libre, en este caso en Valencia. Una noticia que no es mas que otra de las muchas muestras de que la famosa transición ha terminado, no transformando el pais en otra cosa, sino, como humo que fue para ocultar que todo estaba "atado y bien atado", desapareciendo para dejar a la luz que todo sigue igual o peor.
Se trata de la persecución del catalán o el valenciano, en este caso en Valencia. Como en tiempos de Franco, lejanos en el tiempo pero muy actuales en cuanto a su presencia ideológica, todo lo que no suene a español, a unidad o a capitalismo (es decir, a que unos vivan sin dar palo al agua a costa del trabajo o la miseria de la mayoria) es perseguido, y si es posible a porrazo limpio.
"El «dolçainer» del grupo valenciano Obrint Pas, Miquel Gironés, ha denunciado a dos policías nacionales por agresión y amenazas. El joven entregará en el juzgado un informe médico al que ha tenido acceso este periódico y que concluye que sufrió «una contusión en la articulación mandibular» durante la detención. Los dos agentes también han iniciado un proceso contra el joven, que se enfrenta a un juicio por una falta «contra el orden público».
Los hechos ocurrieron el pasado 25 de marzo en el barrio valenciano de Benimaclet. Gironés asegura que cuando salía de su vehículo se le cayeron unos papeles al suelo, versión que coincide con las de los agentes. El denunciante manifiesta que le interpelaron llamándole «guarro, qué te has pensado que esto es una papelera» y que cuando les contestó «en valenciano» el nivel de tensión aumentó. «Y encima en valenciano o catalán o lo que sea», ralata en el escrito que le dijeron.
Los agentes reconocen que el músico lamentó que lo abordaran porque dijo no haber hecho nada y que «siempre están con la misma». «Todo ello en el idioma Valenciano», matizan los policías en su atestado.
Miquel Gironés prosigue en su denuncia que tras el comentario sobre la lengua le pidieron el DNI y empezaron a registrar su vehículo. Le exigieron que abriera el maletero y que les enseñara una caja que dentro tenía un laúd. Según la misma versión, uno de los policías le dijo que sino se lo enseñaba «lo reviento». Gironés afirma en el escrito que le pidió que no lo hiciera porque no tenía la llave y era un regalo de su padre, versión que coincide con la policial, aunque los agentes afirman que fue «en actitud chulesca»
El artista añade que les pidió explicaciones y que el agente le contestó: «Háblame en español, cojones». El músico asegura que al intentar llamar a su abogado porque «estaba atemorizado», uno de los agentes se abalanzó sobre él y lo introdujo en el coche de policía, donde le esposó y le habría propinado varios golpes, uno de ellos en la cara y que sería el que refleja el informe médico. Fue trasladado a la comisaría donde defiende que no le leyeron los derechos. Estuvo seis horas y media.
Además de agresión, Gironés acusa a los agentes de «detención ilegal». El músico afirma que le dijeron que si contaba lo sucedido «te tendrás que largar de Valencia». «He denunciado por toda la gente que ha padecido agresiones similares. Lamentablemente estas actuaciones contra la lengua son muy habituales», afirma".
1 comentario:
Ya se sabe donde terminará la denuncia.
Creo que eran así como quinientas las que se presentan a DIARIO por tortura, malos tratos, abuso de autoridad, etc. Pero hasta que o le toca a uno, se piensa que eso aquí no ocurre, eso solo pasa en... ¿Cuba? ;)
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