El monarca y los mafiosos

El rey Juan Carlos, como su antecesor Francisco Franco, sabe bien que sus privilegios y su vida sin dar palo al agua depende de que los grandes mafiosos españoles sean sus amigos. Tanto el asesino de El Ferrol como el Borbón, su complice, llegaron y se sostuvieron en el poder gracias a la impunidad y la permisividad de las grandes empresas, y a que todo el sistema se basará, tanto legal como administrativamente, en que la clase capitalista pudiera hacer lo que le diera la gana.

Si el otro dia publicabamos aqui una fotografia de los lideres de  los sindicatos oficiales del régimen con Diaz Ferrán , entonces presidente de la asociación de grandes empresarios (CEOE) y hoy temporalmente, hasta la llegada de un mas que probable indulto, en la carcel por evasión de capital, ahora veremos otra clarificadora de cómo funciona el corrupto sistema que los medios de propaganda insisten en seguir llamando "democracia" (evidentemente porque los mismos corruptos son los que controlan periodicos y grandes cadenas de television).

La instantánea  fue tomada en la finca de “El Alamín”, en Toledo, propiedad del citado Gerardo Díaz Ferrán, ex jefe de los empresarios españoles (CEOE), actualmente encarcelado por evasión de capital, y quien acogió una cacería de perdices donde fueron invitados el Rey Juan Carlos, Jaume Matas, ex presidente de las Islas Baleares condenado por malversación, cohecho y prevaricación, y Arturo Fernández, empresario imputado por el escándalo de la entidad financiera Bankia.

Que el rey Juan Carlos tenga como amigotes a mafiosos, delincuentes y gente de esta calaña no es nada nuevo. De hecho, sabemos que el rey les debe mucho tanto a estos grandes empresarios corruptos sobre los que se sostenia el franquismo y que siguen siendo el principal sosten del régimen actual, por no hablar de otras sucias amistades, como la de los sanguinarios dictadores de la península arábiga, a los que tanto debe y a los que recibe como hermanos en sus habituales visitas a Marbella.

Las malas compañías persiguen al monarca desde siempre.  Casos bastante famosos fueron los de su consejero Manuel Prado y Colón de Carvajal, o el del banquero delincuente, expresion que hoy es realmente un pleonasmo, Mario Conde, por no hablar de los escándalos de su yerno Urdargarín que a pesar del esfuerzo de limpiar las gotas siguen salpicando a sus propios hijos, principes e infantas.

Como dijimos en la entrada sobre los lideres sindicales, una foto vale mas de mil palabras. Y es que, el régimen está realmente atado y bien atado, y no precisamente, aunque se suela decir así, por Franco o los gobernantes de turno, sino esencialmente por los grandes mafiosos y delincuentes que controlan y saquean la economia.