Una anciana de 83 años agredida por un valiente policia español

Una imagen vale más de mil palabras, afirma el dicho, y con toda la razón.

En la imagen que vemos en esta entrada, un valiente policia español, eso si, como siempre sin el número de placa visible al contrario de lo que obliga la ley, empujó y zarandeó en el suelo a una anciana de 83 años en la tarde del 7 de febrero de 2013, en la Puerta del Sol de Madrid.

¿El motivo? La anciana estaba agitando una peligrosa escoba de barrer en una concentración de protesta contra los estafadores de Bankia y ante las ayudas recibidas por los bancos mientras estos siguen quitándoles las viviendas a los trabajadores españoles.

El violento miembro de las fuerzas de ¿seguridad? del estado estará orgulloso de haber golpeado y maltratado a una anciana "peligrosa", como Angustias. Seguramente, en vez de ser castigado por la Delegación del Gobierno o los mandos policiales, quedará impune, al igual que el resto de sus cientos de compañeros en todo el pais que han dejado claro que su trabajo tiene bastante poco que ver con la protección del ciudadano, y que disfrutan apaleando a manifestantes desarmados (y que, hasta ahora, ni siquiera se han defendido), a estudiantes de instituto o, incluso, a los subversivos representantes de la tercera edad.

Al fin y al cabo la actitud de las autoridades ante los desmanes policiales es una mera extension de lo que fue la concepcion fascista que sufrieron los ciudadanos vascos durante décadas, especialmente en la última, y que considerara que todo el que desee la independencia de Euskal Herria debia ser tratado como un terrorista, similar a la que aplica Israel contra los palestinos, o la que sufren los ciudadanos de los paises invadidos por Estados Unidos o cualquiera de sus aliados, y que no son mas que expresiones del nuevo auge del fascismo que, parafraseando al poeta antifascista aleman Bertolt Brecht, no es mas que la euforia del capitalismo (sin límites ni frenos desde la caida de la Union Sovietica).

Actualmente, la gravedad e la crisis y la salida a la luz de la corrupcción propia de cualquier tirania capitalista, ha puesto en alerta a los sirvenguenzas que nos gobiernan y a los grandes criminales economicos que les controlan, y la policia ha comenzado a tratar abiertamente como peligrosos enemigos a todos los que se manifiestan, no vaya a ser que el pataleo se convierta en organización y esta, por fin, se transforme en lucha directa por una verdadera democracia,  la democracia de la clase obrera (o en terminología marxista, la dictadura del proletariado sobre la clase parasitaria y explotadora).