Catástrofes humanitarias y comisiones bancarias

La solidaridad económica que inmediatamente después de las catastrofes humanitarias surge como hongos en televisiones y medios de comunicación es otro asqueroso negocio de los capitalistas que intentan convertir todo, hasta el dolor, en dinero.

Asi, las famosas cuentas bancarias abiertas para recoger fondos para, por ejemplo, Haiti, son una forma mas de ejercer el robo de nuestras entidades bancarias, y hacer una transferencia de 50 euros a una cuenta gestionada por una ONG que esté trabajando en Haití puede dejar en manos del banco un mínimo de 3 euros.

En 2004, tras el tsunami del Índico en el que murieron más de 200.000 personas, varias organizaciones de consumidores y humanitarias se quejaron del beneficio que los bancos estaban sacando de la solidaridad posterior a la tragedia. La mayoría de las entidades bancarias rectificaron y retiraron sus comisiones. Entonces argumentaron que no se habían visto en una así y que todo se debió a la “falta de experiencia”.

Han pasado más de cinco años y ni rastro de que haya una orden sobre la eliminación de las comisiones en las donaciones humanitarias.

"Para la gran mayoría de bancos y cajas, el terremoto financiero que sacude sus balances debe enjugarse con dinero recaudado como sea", dice Paco Sanz, de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas de Ahorros y Seguros (ADICAE), "y la normativa no pone límites en absoluto al cobro de comisiones". La política lo ha intentado por las buenas, pero sin éxito: el Parlamento Europeo en 2004 y el Congreso español en 2005 pidieron formalmente a los bancos que se comprometieran a eliminar las comisiones en periodos inmediatamente posteriores a una catástrofe natural o humanitaria.

La Coordinadora de ONG al Desarrollo de España confirma que desde el tsunami de 2004 "las cosas no han cambiado". "Sabemos que algunos bancos negocian a nivel particular con algunas ONG para eliminar ciertos recargos, o que negocian los los clientes a título personal, pero no hay un compromiso oficial ni colectivo", afirman los portavoces de la Coordinadora, que piden a los donantes que, al hacer su transferencia, "exijan moralmente al personal del banco que elimine todo recargo".

Y no solo se trata de las comisiones bancarias. La rapiña del capitalismo tiene cientos de maneras de chupar de la sangre derramada. El FMI ha anunciado que ofrecera como ayuda un "prestamo" a Haiti, es decir, un dinero que los haitianos supervivientes tendran que devolver con creces (y aceptando una serie de obligaciones en su gobierno que les atará a los intereses capitalistas durante muchos años). Una oferta que mas que una mano para que Haiti se levante es la puntilla para terminar de destruirlo.

Igualmente, las famosas ayudas internacionales, el dinero que ofrece España o Estados Unidos, o cualquier otro pais, son aportaciones a cambio de algo, de participación en la reconstrucción de infraestructuras, o simplemente son, como en el caso de FMI, préstamos con bajo interés, un interés que no son mas que cadenas y grilletes.

En el caso de Haiti, el primer pais que logró la independencia de America tras la criminal dominación francesa, y que despues sufrio la constante agresión de Estados Unidos, que le ha mantenido hasta hoy en una conveniente pobreza, todas estas ayudas institucionales no son mas que un aumento de la condena que le mantiene atado a los intereses de otros gobiernos, principalmente de los asesinos de Washington: una condena que se esta conviertiendo en perpetua (a no ser que los haitianos reaccionen ante la humillacíón a que se ve sometida desde hace siglos).


Mientras Cuba, siempre agresivamente criticada por el miedo a que su ejemplo se extienda, llena de médicos y voluntarios los paises americanos a cambio de nada, los paises sometidos al capitalismo se frotan las manos con el mal ajeno. Hoy los mèdicos cubanos también estan en Haiti, aunque se oculte su altruista colaboración para que el mundo no se entere, mientras los paises dominados por las elites capitalistas van a Haiti a continuar haciendo negocio..., aunque el dinero con el que llenen sus cajas blindadas este manchado de sangre (al fin y al cabo, la mayoria de las veces es asi, y la sangre y la pobreza son motores principales de su riqueza).