
Allí, donde Evo Morales se lanzó a la carrera sindical y política hace más de dos décadas, se encuentra la mayoría de la coca que la ley 1008, aprobada en los '80 y aún vigente, considera ilegal. Ahora se pretende derivar la produccion de hoja de coca a negocios legales, y asi evitar su uso por los narcotraficantes.
La iniciativa partió de los campesinos y, por si faltaran más coincidencias con el jarabe creado en 1885 por John Pemberton, el envase de la "Coca-colla" tendría una etiqueta roja y contendría un líquido oscuro, casi negro.
Aunque la empresa Coca-Cola afirma hacer quitado la hoja de coca de la fórmula en 1929, abundan en internet las denuncias de que "la Coca-Cola sigue comprando coca en Perú", teoría conspirativa a la que Evo Morales suele sumarse con entusiasmo.
Aunque el ministro Meneses ya presentó a la prensa la botella, las autoridades admitieron que el nombre podría ser cambiado. "Inicialmente es una iniciativa privada para producir un energizante de coca, pero estamos viendo cómo impulsarla porque nos interesa como Estado la industrialización de la coca", dijo el viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vázquez. Destacó las variadas iniciativas privadas existentes en Bolivia donde se producen mates, jarabes, dentífricos, licores, caramelos e incluso pasteles de coca. De hecho, un restaurante italiano en La Paz ofrece espaguetis de coca, una mezcla de harina de trigo y de la "hoja milenaria".

Con el nuevo Congreso a su favor, el gobierno se propone aumentar la coca legal a 20.000 hectáreas, para incluir a los campesinos del Chapare, base social de Morales, en el cultivo legal.
Antes de la Conquista, la coca ya era parte de los rituales andinos y desde la Colonia pasó a ser parte de la economía minera: el "akulliku" (mascado) permitía a los obreros mantenerse en pie en los peligrosos socavones a decenas de metros bajo tierra, y ni las protestas de la Iglesia contra la "hoja diabólica" lograron su prohibición.
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