Hace unas semanas en las fiestas patronales de verano de Pozuelo de Alarcón (localidad próxima a Madrid y cuyo nivel de renta es la más alta del pais), hubo graves altercados con importantes destrozos de mobiliario urbano, ataque a policías, desorden público. Fueron detenidos 20 personas de los cualer 7 jóvenes eran menores de edad por esta serie de actos vandálicos.
La vista realizada unos días después del histórico fin de semana, dio como respuesta el "castigo" a los jóvenes impidiéndoles salir fines de semana por la noche durante los próximos 3 meses, es decir a las 22:00 en casa. Los padres de los acusados pusieron el grito en el cielo y calificaron la sentencia de incoherente, abusiva, desmedida e imposible de aceptar.
El problema se vuelca ahora sobre los padres, y la reacción de ellos vendría a ser algo así: cómo es posible que se pida a unos padres que se hagan responsables de sus hijos durante las próximos tres meses por la noche sin poder acudir a las fiestas patronales de localidades limítrofes. Una locura y más siendo menores con perfectos expedientes académicos de familias perfectamente estructuradas.
Con ello que nos quieren decier entonces que dado que son de familia de buen nivel socio económico y con aprobados en sus notas escolares, deben ser consideradas como chiquilladas de los muchachos. Si por el contrario su expediente académico fuese algo más mediocre y sus padres estuvieran en la lista del paro o siendo sencillos mil euristas que sudan por llegar a fin de mes, la sentencia les habría parecido ridículamente escasa. Ay que ver, siempre midiendo al pueblo con doble rasero, “no sé por qué será”
Y es que el problema de este país es la falta de educación, respeto y cultura que tenemos y lo más triste es que hasta parece que nos jactamos de ello y lo abanderamos con orgullo. Es penoso pensar que los padres de hoy en día son incapaces de inculcar en sus hijos un mínimo de respeto y educación. Que parece no querer darse cuenta de que un padre y una madre son eso y no son sólo amigos. Que los amigos se encuentran en la calle, el colegio, el parque en el instituto, en el bar. Que los padres y los profesores son los responsables de su educación pero los primeros son doblemente responsables de su formación como individuos. Me temo que estamos educando a una generación de jóvenes autoritarios, dominadores y egoístas que sobreprotegidos por la familia y la sociedad, han sido capaces de parapetarse tras su imagen de débiles cachorros en formación pero no nos damos cuenta que con nuestra actitud estamos convirtiéndoles en bestias. Se que generalizar es muy difícil y grave a la vez pero debemos tomar en serio cómo estamos educando a nuestros pequeños. Tampoco estoy aquí para criminalizar a la juventud, ni mucho menos. Pero tal vez si criminalizar a la sociedad hipócrita capitalista que sólo mide a la gente por su nivel socioeconómico, por su capacidad adquisitiva. Una sociedad que muestra a los jóvenes que el “chorizo” financiero o político es el que triunfa, que el pelotazo empresarial es “la única forma” de alcanzar un nivel social, que llegar a fin de mes se convierte cada día en un acto ímprobo para los millones de mil obreros de este país. Un país donde plantean como único referente de futuro para los jóvenes, el futbolista de contrato millonario o el ocioso y frustrado miembro de la red del “gran hermano”
Soluciones hay pero nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato. Todos culpan a los demás, el gobierno a los padres, estos a lor profesores y estos a su vez a los dirigentes políticos pero sin querer corregir al verdadero culpable que es el sistema social que hemos construido a lo largo de estos años.
Permitanme recordarles no obstante que solo ha habido una respuesta de solución a esta herida supurante de la sociedada. La iglesia católica se subió al escenario del día y ofreció su punto de vista. Es más no sólo opinó que la sociedad estaba desequilibrada sino que “dio una solución para evitar la repetición de situaciones similares”: la lectura del rosario. Sí señores eso es, mientras los jóvenes de hoy en día rezan con el rosario entre sus manos, no tendrán tiempo ni ocasión de agarrar la litrona, vamos imagino que es eso lo que debió pensar el cardenal Rouco cuando lanzó tan impactante solución a los males de esta sociedad diabólica. Ay qué haríamos sin ellos y sus soluciones.
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