11 de septiembre de 2009

Los policias y los guardias

Es demasiado comun que los policias y los militares se conviertan en mercenarios, que en vez de formar parte del pueblo y defenderlo, se ponen a las ordenes del mejor postor, del mas fuerte, del que convierte los derechos humanos y los derechos democraticos en concesiones del poder blindado y no en los pilares de la soberania popular.

Miremos a Israel, y sus nuevas SS del mundo, o a Estados Unidos, el gendarme imperial del constante genocidio, o al ejercito colombiano con uniforme militar o paramilitar. Veamos a los militares hondureños a las ordenes de impostores y criminales. Repasemos la historia de America Latina, plena de ejercitos a sueldo de Washington y sus presidentes titeres con sus financistas de la muerte.

Miremos, no tan lejos, a la policia española ensañandose a palos con los campesinos y obreros del SAT por ordenes de los hipocritas del puño en alto y el bolsillo repleto, o a los Mossos de Escuadra dando rienda suelta a su frustracion contra jovenes con ganas de ser escuchados en los nuevos planes universitarios, o a la ertzaintza apaleando a familiares por el mero hecho de ser familiares de presos y querer recordar que estan encerrados mucho mas lejos de lo que deberian estar segun la ley.

Es demasiado comun que los mercenarios garantizen nuestra "seguridad" y nuestra "libertad", segun los criterios que unos pocos delimitan para proteger sus privilegios y sus grandes ganancias. Todo aquel policia o militar que, a pesar de conocer perfectamente cuales son los derechos del hombre, y de saber que tanto el mismo como el pueblo, incluso los criminales, son tambien seres humanos, todo aquel que ejecuta las ordenes que les obligan a no defender al pueblo sino a sus amos, se convierte en un mercenario, sin decencia, sin coraje, simple ejecutor de los deseos caprichosos de sus superiores. Y nadie esta obligado a hacer algo en lo que no cree, ni a saltarse las leyes, esto siempre es algo que se hace voluntariamente.

El salvadoreño Roque Dalton, uno de mis poetas preferidos, escribio este poema dedicado a estos mercenarios, que en vez de proteger y defender al pueblo le tratan con desprecio y crueldad, tan solo porque, como esclavos de sus amos que son, ni siquieran son capaces de pensar si las ordenes recibidas son justas, si son inhumanas o si la razon y el derecho estan de una parte u otra.

Son simplemente ejecutores, y por tanto renuncian a su derecho de ser pensantes y libres, como animales que simplemente cumplen ordenes.


Los Policias y Los Guardias


Siempre vieron al pueblo
como un monton de espaldas que corrían para allá
como un campo para dejar caer con odio los garrotes.

Siempre vieron al pueblo como el ojo de afinar la puntería
y entre el pueblo y el ojo
la mira de la pistola o el fusil.

(Un día ellos también fueron pueblo
pero con la excusa del hambre y del desempleo
aceptaron un arma
un garrote y un sueldo mensual
para defender a los hambreados y a los desempleadores.)
Siempre vieron al pueblo aguantando
sudando
vociferando
levantando carteles
levantando puños
y cuando más diciéndoles:
"Chuchos hijos de puta el día les va a llegar".
( Y cada día que pasaba
ellos creían que habían hecho el gran negocio
al traicionar al pueblo del que nacieron :
"El pueblo es un montón de débiles y pendejos --pensaban--
qué bien hicimos al pasarnos del lado de los vivos y de los fuertes").

Y entonces era de apretar el gatillo
y las balas iban de la orilla de los policías y los guardias
contra la orilla del pueblo
así iban siempre
de allá para acá
y el pueblo caía desangrándose
semana tras semana año tras año
quebrantado de huesos
lloraba por los ojos de las mujeres y los niños
huía de espanto
dejaba de ser pueblo para ser tropel en guinda
desaparecía en forma de cada quién que se salvó para su casa
y luego nada más
soló los bomberos lavaban la sangre de las calles.

(Los coroneles los acababan de convencer:
"Eso muchacos __les decían__
duro y a la cabeza con los civiles
fuego con el populacho
ustedes también son pilares uniformados de la Nación
sacerdotes de primera fila
en el culto a la bandera el escudo el himno los próceres
la democracia representativa el partido oficial y el mundo libre
cuyos scrificios no olvidará la gente decente de este país aunque
por hoy no les podamos subir el sueldo
como desde luego es nuestro deseo".)

Siempre vieron al pueblo
crispado en el cuarto de las torturas
colgado
apaleado
fracturado
tumefacto
asfixiado
violado
pinchado con agujas en los oídos y los ojos
electrificado
ahogado en orines y mierda
escupido
arrastrado
achando espumitas de humo sus últimos restos
en el infierno de la cal viva.

(Cuando resultó muerto el décimo Guardia Nacional. Muerto
[por el pueblo
y el quinto cuilio bien despeinado por la guerrilla urbana
los cuilios y los Guardias Nacionales comenzaron a pensar
sobre todo porque los coroneles ya cambiaron de tono
y hoy de cada fracaso le echan la culpa
a "los elementos de tropa tan muelas que tenemos".)
El hecho es que los policías y los guardias
siempre vieron al pueblo de allá para áca.
que lo piensen mucho
que ellos mismos decidan si es demasiado tarde
para buscar la orilla del pueblo
y disparar desde allí
codo a codo junto a nosotros.

Que lo piensen mucho
pero entre tanto
que no se muestren sorprendidos
ni mucho menos pongan car de ofendidos
hoy que ya algunas balas
comienzan a llegarles desde este lado
donde sigue estando el mismo pueblo de siempre
sólo que a estas alturas ya viene de pecho
y trae cada vez más fusiles.

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