17 de septiembre de 2009
Desde que nací me enseñaron que cuando alguien comete un error y cae en una situación crítica y llena de problemas no debe hundirse y dejarse abatir hasta el límite sino luchar y salir a flote para enfrentarse nuevamente a la vida. Pero también me enseñaron que de los errores y de las malas jugadas del día a día hay que aprender para poder evitar nuevamente caer en el mismo error.
Ahora dicen que de la situación de crisis mundial saldremos con la cabeza alta y que los primeros “brotes verdes” ya se intuyen en la sociedad pero ahora me pregunto, ¿hemos aprendido algo de los errores cometidos y que nos han empujado al abismo llamado crisis? Me temo que no porque otra vez volvemos a escuchar los mismos mensajes equivocados de consumo y derroche sin límite ni freno.
Nadie ha cuestionado que el sistema economico-politico-financiero-social no es el correcto, nadie ha puesto en duda la solidez de este capitalismo feroz que nos ha indignado y volcado atrozmente a esta situación crítica. Nadie cuestiona que lo estamos haciendo mal que no hemos aprendido del error y que ahora queremos echar un manto de tierra sobre lo acaecido y volveremos a sembrar las semillas del error sobre una tierra sin trillar ni cuidar. No nos planteamos el quitar las malas hierbas que volverán a crecer por más maquillaje absurdo que le pongamos. No nos cuestionamos que los aperos de labranza que hemos utilizado en estos últimos años lo único que nos va a dar es más de lo mismo, es decir un trabajo duro y fingido para conseguir que la sociedad sólo consiga resultados baldíos.
Y esto que nos va a dar, caer en los mismos errores y repetir la misma jugada. Pero claro que podemos esperar cuando el presente olvida el pasado más reciente de nuestra historia. Seguiremos la misma senda que nos marca el devorador capitalismo porque los que nos manejan son los únicos y verdaderos favorecidos. Qué sería de esos manipuladores del poder monetario y político sin sus bonus financieros, sin sus medallas capitalistas. Y seguiremos bajando las orejas y callando sin rechistar por los errores que nuevamente nos invitan a cometer. Seguirán partiendo la tarta para, sin soltar el cuchillo, dejarnos las migajas de colores que nos ciegan y nos engañan.
Señores/as defensores del capitalismo, hagan memoria de sus actos, revisen sus agendas de un pasado cercano y rediseñen sus citas futuras porque creo que la sociedad puede despertar y exigir un verdadero lavado de cara del demonio capitalista.
¿Abriremos los ojos? ¿Alguien será capaz de hacerlo? Me temo que viendo como salimos de esta situación mal vamos. No veo salidas alternativas por parte de los poderosos porque son suplidos por los mismos perros con distinto collar que imitan ladridos para conseguir sus propios huesos sin mirar alrededor. Saldremos, claro que saldremos de esta crisis que como todas es cíclica pero, ¿habremos aprendido algo?
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