Mientras Franco y sus cortesanos llenanban España de fosas comunes, y las mantenian ocultas y olvidadas durante todo su régimen (asi continuaron, por cierto, en el régimen de su heredero, Juan Carlos de Borbon), la iglesia catolica imponia la misma moral hipocrita que siguen exigiendo hoy sus dirigentes (y que se puede expresar a la perfeccion en los multiples casos de pederastia en su seno, que siempre fueron permitidos y tolerados mientras no salieran a la luz).
Fue la mujer la que más sufrió esta represión, pues la Iglesia declaro el pecado carnal el mas peligroso de todos, y por el que la mayoria de los hombres iban al infierno. Asi, las mujeres tenían que llegar vírgenes al matrimonio, las redadas policiales en los típicos lugares donde acuden las parejas a mantener relaciones son habituales, y el castigo a los detenidos además de la multa económica, es ver sus nombres publicados en los diarios. El Cardenal Pedro Segura y Sáez declaró el baile agarrado pecado mortal, mientras en algunas zonas rurales se imponen costumbres como por ejemplo que si una mujer no tenía éxito con su primer novio, no podía volver a intentarlo con otro. Hasta tal punto llegó la intromisión de la iglesia en el control de la moral que crearon una "línea de bañadores" para que la mujer española no enseñase carne en la playa.
Claro que, en la linea hipocrita que caracteriza la moral de los fascistas, mientras exigian por un lado, daban manga ancha por otro, y los adeptos al régimen podian hacer lo que quisieran siempre que no trascendiera, y, por supuesto, entre los pecados no se contaban los crimenes contra todos aquellos que habian defendido la democracia o la libertad.
A pesar de que con el heredero de Franco la moral se ha relajado, la hipocresia politica sigue en la misma linea que entonces, y mientras algunas cosas valen para los adeptos son consideradas delitos para los rebeldes (es decir, muy lejos de la igualdad ante la ley que tan hipocritamente proclaman). Pero de esto, por supuesto, no se habló en Informe Semanal.
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