El ataque cavernario contra los libros de Makazaga comenzaron con las informaciones del diario ultraderechista "El Mundo", acusando al gobierno vasco de permitir que estuvieran disponibles en varias bibliotecas de Euskal Herria. Tras la "denuncia", el PP vasco metió mas cizaña hasta que algunos ayuntamientos, azuzados por la polémica, decidieron retirarlos de sus bibliotecas municipales.
La escusa de El Mundo y el PP, y el resto de medios de propaganda del postfranquismo español, es que se trata de "un manual de la organización terrorista para justificar luego los atentados y los ataques a las Fuerzas de Seguridad del Estado" (es decir, una especie de lista de consignas para que los detenidos tengan como inventar las torturas a las que dicen son sometidos, como si las acusaciones de tortura hubieran empezado tras la reciente publicación del libro.
A pesar de las "presiones politicas" para que este libro no sea accesible en las bibliotecas públicas, por supuesto que nadie ha denunciado el libro ante la justicia, como deberian haber hecho si se trata, como ellos acusan, de una especie de "manual de ETA". Sin embargo, han alimentado las acusaciones mediaticas para crear alarma social y convertir sus mentiras en verdades aceptadas socialmente.
En el libro se recogen la multitud de denuncias de tortura ignoradas por el gobierno español, y se deconstruye el por qué de la negativa a investigarlas ( mostrando que se utilizan los mismos argumentos usados por las autoridades estadounidenses para hacer frente al escándalo de las torturas en Guantánamo y Abu Ghraib). Es decir, lo fundamental que viene a decir el libro anatemizado por los censuradores españoles es que las autoridades españolas imitan a las estadounidenses en su método para negar las torturas a las que son sometidos los prisioneros.
Por ello, el autor concluye que no son las victimas de la tortura los que usan un manual para acusar falsamente a las fuerzas policiales, sino al contrario, son las autoridades de España y Vitoria las que usan el manual de la CIA para invisibilizar y negar las evidencias.
Por supuesto que lo que concluye el "Manual del torturador español" no ha gustado nada a los que sostienen ésta politica de negar los hechos, no solo en España, sino también la que llevan a cabo sistematicamente el ejercito estadounidense y sus aliados, y que los mismos medios ocultan o justifican, según el caso (a pesar del que propio Bush jr. afirmara recientemente que el mismo ordeno la aplicación del "waterboarding" en los interrorgatorios.
En definitiva, lo unico que dice el libro que se intenta censurar es que hay un interes politico en negar los hechos, las torturas, que consiste en mantener limpia la imagen de uno de los bandos en la lucha (para evitar escandalos como el acaecido con la proyección mediatica del Caso GAL), y mantener la logica de que la violencia solo es usada por uno de los bandos (y asi justificar mostruosidades juridicas como el campo de concentración de Guantanamo o de la ley de partidos politicos y la obligacion de condenar la violencia para estar en las instituciones -por supuesto, solo la violencia visibilizada, la que es aceptada como tal por el gobierno y sus medios de propaganda).
Contra el ataque de la censura, la editorial Txalaparta ha puesto gratuitamente en internet el libro en el siguiente link:
"Manual del torturador español"
1 comentario:
Lo he leído. Me hubiera resultado estremecedr si no conociera como se las gastan las FSE.
Publicar un comentario