Segun la revisión de la Ley de Partidos Politicos, si un partido o cargo público no condena la violencia, será castigado con la expulsión de la institución en la que se encuentre (ayuntamiento, diputación, parlamento regional, congreso de los diputados), y la ilegalización de la organización política. Esta medida, que fue pensada ex profeso para evitar que miles de ciudadanos vascos tengan derecho a tener representantes en el parlamento, no se aplica, sin embargo, cuando los apologetas son otros partidos.
Como sabemos, ni el PP ni el PSOE condenan las matanzas de la OTAN en Afganistán ni en Irak, e incluso las aplauden, ni tampoco condenan el terrorismo de estado en Colombia o en Israel. Por supuesto, el PSOE tampoco condena el genocidio de Marruecos en El Aaiún; muy por el contrario, recibe al ministro del Interior de la dictadura alauita con sonrisas y golpecitos en la espada, y dice que no tiene toda la información para poder condenar, por eso, simplemente "lamenta".
Si la justicia fuera independiente, es decir, si realmente España fuera una democracia, seguro que algun fiscal denunciaria al PSOE y a otros partidos con esa ley en la mano, y en caso de persistir en su actitud de no condenar la violencia deberia enviar a este partido a la ilegalidad.
Sin embargo, y como sabemos, la ley de partidos politicos se hizo exclusivamente para perseguir a los partidos que cuestionan el sistema y que se niegan a aceptar el chantaje de condenar solamente la violencia que conviene al gobierno. Es una ley política que jamas, en un estado semifascista como España, se volverá contra los partidos que fomentan y aplauden el uso de la violencia de los estados contra los pueblos (a no ser que estos sean malvados revolucionarios anticapitalistas).
2 comentarios:
El PP ya le saca 13 puntos al PSOE en la intención de voto. El 75% de los votantes del PSOE ya cree en la derrota electoral. Yo desde luego nunca votaré al PP, pero habria que parar la locura fascista en la que se ha instalado el partido de los "obreros", que, haciendo bueno el dicho de perdidos al rio, pueden dejar al pais en la mas absoluta ruina con sus dosis diarias de droga liberal.
Excelente puntualización, José Luis. también decir que su rechazo a condenar la violencia (e incluso hacer apología de ella) se extiende a aspectos más domésticos como el franquismo, el GAL y otros escuadrones de la muerte, así como a la pertinaz tortura.
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