La agresión contra Libia y el "exito" de que prendiera tan rapido la multicolor primavera arabe ha puesto en evidencia algo que los movimientos de izquierda han venido sufriendo desde su mismo nacimiento: que sus mayores enemigos estan dentro, y no fuera. Esto lo sabe perfectamente el capitalismo, que alienta a esa izquierda vehemente y facilonga en cuanto puede para que sus intereses se alimenten con su apoyo mas o menos inconsciente.
Albert Escusa la denomina, en un excelente texto que podeis leer al final de estas lineas, "izquierda otanica", o tambien "occidentalista", esa que curiosamente hoy ha desvelado que comparte el discurso, los referentes morales y los objetivos con los del capitalismo, el imperialismo, y su brazo armado, la OTAN. El caso de Libia ha sido una evidencia demoledora de que ambos comparten principios y metas, y criterios de juicio, y que, disimulando un poco en cada lado, en el fondo persiguen el mismo fin.
Desde el mismo momento en que triunfo la Revolucion Bolchevique en 1917, la izquierda dogmatica (que por supuesto, se vende a si misma como abierta y democratica -esa falsa democracia que pretende para todo el mundo) comenzo a intentar destruir los logros practicos, conquistandos en la dura dialectica entre la teoria y la realidad, del estado de los obreros y los campesinos del antiguo imperio ruso, y asi continuo hasta la lamentable caida del bloque sovietico en 1991 (con las consecuencias que hoy todos sentimos en la continua ofensiva capitalista contra los derechos de los trabajadores). Ellos son como la iglesia: el dogma, la teoria, es lo principal, y no aceptan que las diferencias culturales o el desarrollo de la aplicacion de los principios en la realidad concreta, supongan casos totalmente diferentes a lo que imaginaban en sus libros, pues incluso la planificacion mas detallada tiene que conjugar la eterna lucha entre el azar y la necesidad.
"El consenso entre una buena parte de esa izquierda occidental y el imperialismo en la necesidad de destruir el régimen libio y aniquilar a Gaddafi es muy preocupante: Libia es un eslabón de una larga cadena de agresiones que se preparan contra todos aquellos Estados que conserven aunque sea cualquier vestigio de independencia y soberanía nacional.", dice el articulo citado, pues se trata (es ya evidente aunque ahora desnudos estos intenten buscar explicaciones de todo tipo que justifiquen sus meteduras de pata) de una agresion neocolonial, ni mas ni menos, aunque el articulo x del catecismo revolucionario diga que todas los movimientos de masas del mundo son revolucionarios (incluyendo tanto a los bolcheviques de Rusia como los alemanes de Checoslovaquia que en 1938 llenaban las calles porque querían ser anexionados por la Alemania nazi, las revueltas de los obreros polacos armados por la CIA, o los estudiantes venezolanos hijos de papá, que trataron de paralizar las universidades y desestabilizar el país en protesta por una ley del gobierno bolivariano que garantizaba el acceso a la universidad para los pobres). Y esto lo sabe el capitalismo, y lo ha usado muy bien en para justificar los golpes de estado que fueron en realidad los que llevaron a el final del socialismo en la Europa del Este o otras revoluciones de colorines triunfantes por todo el mundo desde la caida de la URSS.
Se trata de una izquierda mas papista que el papa, y que mientras critica la intervencion del imperialismo en el mundo en general, la justifica en particular solamente porque los medios de propaganda imperialista han vendido una revolucion en conserva. Y por supuesto, ellos son los mas revolucionarios del mundo (sobre todo si la revolucion es lejos de casa). Para ellos, cualquier regimen socialista acaba siendo imperfecto, e incluso dictaduras que no tienen nada que ver con el socialismo, sin pararse a analizar qué datos justifican su decision sagrada, ni tener en cuenta para nada los elementos de progreso social para las masas que lograron y que el imperialismo desea eliminar, sus reformas agraria, nacionalizaciones, igualdad de la mujer, etc. Y por supuesto, nada de que sea el pueblo libio el que tiene que tener la decision: ellos, como la iglesia catolica, son los que determina que es el bien y que es el mal, quienes tienen que ir al cielo de la democracia y quienes al infierno de los dictadores (por supuesto, sin justificar nada, pues todo es inspiracion revolucionaria).
Es la misma izquierda revisionista de siempre, la travestida luego en eurocomunista, en su faceta moderada, o troskista, en su disfraz de poseedores del verdadero y unico secreto de la revolucion, los criticos de Stalin, despues jaleadores del desastre sufrido por la humanidad tras el golpe de estado interno contra la URSS y los paises socialistas, anticapitalistas de la democracia del capital, radicales desde el salon de su casa, eternos criticos destructivos de los caminos abiertos hasta verlos cerrados, y, en definitiva, arma letal del capitalismo contra sus propios hermanos.
Esa izquierda, la izquierda guardiana del santo grial del socialismo teorico (pero que siempre critico a las concreciones socialistas porque no eran tal y como los diez mandamientos de su socialismo decian que tenian que ser, sin contar con el importante factor realidad), y que se alia, como se ve, a la primera de cambio con el imperialismo y la OTAN contra los pecadores (como se aliaron con los nazis alemanes en su dia como salvadores de los obreros rusos, o con los paises del occidente capitalista y "democratico" contra la URSS -y no solo tras el comienzo de la decadencia revisionista, sino desde casi el principio), terminara atacando con mas saña que el propio imperialismo a los socialismos concretos y diversos que trabajan para construir en cada caso particular, adaptado a los pueblos donde se desarrolla, un camino hacia la soberania, la libertad, el internacionalismo y, si no del comunismo, al menos del crecimiento del bienestar colectivo de sus trabajadores).
Es cierto que todo proyecto debe ser sometido a una permanente autocritica, pero constructiva. No se trata de derribar las construcciones de los pueblos acusando a sus gobiernos de dictadores sin preguntar a los mismos pueblos; no se trata de coger de aplaudir, mas o menos abiertamente, los crimenes del imperio con la excusa aberrante del "ni imperialismo ni dictadores". Para el imperialismo hay muchos dictadores, y solo suelen atacar a los que, curiosamente, son elegidos por sus pueblos, y en cuyos paises estos tienen una elevada participacion colectiva en el desarrollo nacional (por supuesto, con criticas posibles).
Si el Papa es el imperialismo, que es el que en el fondo les pone la zanahoria para que ellos animen la division y justifiquen la destruccion, esta "izquierda otanica" es mas papista que el papa. Y de hecho, quizas ha hecho mucho mas que todo el imperialismo junto a lo largo de la historia contra el Socialismo (con sus virtudes y sus defectos), y para justificar el desastre que los trabajadores del mundo (no solo los del primero) estan sufriendo por el final del bloque que mantenia a los violentos perros del capitalismo atados con una soga para contener sus ganas de devorar a los pueblos, a los que habian tenido que otorgar su independencia para que empezaran a construir su soberania poco a poco gracias a la potencia, mas o menos criticable, sovietica.
Hoy esos perros andas sueltos, y ya no tienen quien les controle. Y la soberania de los pueblos es un hueso que se quedaron con ganas de seguir destrozando y al que hoy ya no tienen por que renunciar. Mientras que esa "izquierda occidental", racista, altiva, perfecta, desde sus altares del primer mundo y su ideologia teorica impoluta, seguiran santificando su intervencion en "defensa" (todas las iglesias acaban creyendo ciertos sus mitos) de la democracia e, incluso, de las revoluciones (cómo si el imperialismo fuera tan estupido como para defender a aquellos que son un obstaculo en su camino)
El texto de Albert Escusa, que recomiendo leer vivamente, podeis verlo aquí
2 comentarios:
Aprovechando que el tema coincide vuelvo a enviar un comentario que se perdió por el camino, no se publicó o lo que fuera:
Se han aprobado en la ONU sanciones contra el presidente de Costa de Marfil Laurant Gbagbo. No se absolutamente nada de Costa de Marfil, de su situación social, composición étnica, ni de su historia. Ni siquiera cuantos habitantes tiene. Y el hecho de que llegase a conocerla me daría igual porque mis prejuicios y mi racismo disfrazado de aprecio por la multiculturalidad (siempre que esta se de en Nueva York, Londres o París) son muy sólidos y no cambiarían de ninguna forma.
Pero lo que tengo claro es que Laurent Gbagbo es un dictador, tirano, sátrapa, etc que ha falsificado las elecciones (esas que aqui vienen falsificadas de fábrica, y que en caso de apuro también serían falsificadas a pie de urna), que masacra a su propio pueblo (muy poco elegante, en lugar de masacrar al pueblo de los demás) y que se ha enriquecido con el poder. Además su esposa (yo soy muy feminista ¿eh? Me pongo los lazos violetas siempre que haga falta) es una fria y manipuladora mujer que maneja el poder en las sombras.
No cabe duda de que El Pueblo, todo El Pueblo, sin discriminación de raza, sexo, clase o religión, se ha levantado ante la insoportable situación en la que viven, exigiendo libertades y que se acabe la corrupción que los mantiene en la más absoluta miseria (ya sabemos que la explicación a todos los males económicos y sociales, es la corrupción, no necesitamos entrar en mayores profundidades) Todo esto ante la indiferencia de la hipócrita comunidad internacional, que apenas ha aprobado alguna que otra sanción, armado a los rebeldes o reconocido como presidente legítimo al lider opositor, pero solo bombardea infraestructuras civiles (hace mucho que los ejercitos son practicamente inmunes a los ataques únicamente aereos) cuando hay petróleo de por medio, con lo que a mi me gustaría que interviniese en todas partes y que por fin todos viviesemos en America, como decía la canción de Rammstein.
Firmado un izquierdoimperialista cualquiera.
El título de tu magnífico artículo, del que suscribo cada palabra, me trae a la memoria que el Vaticano ha sido uno de los pocos estados que ha denunciado internacionalmente el asesinato de civiles en Libia.
http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/03/31/vaticano-muertos-40-civiles-por-bombardeo-de-la-otan-en-libia/
Así que nunca mejor dicho: no sé si nuestra izquierda oficial es más papista que el Papa, pero más criminal, desde luego que lo es.
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