Mientras el Congreso de los Diputados daba su apoyo a la intervención criminal en Libia, se escucharon algunos gritos de "No a la Guerra" de algunos ciudadanos presentes. El Presidente y el vicepresidente, y algunos de su alrededor, ponen cara de no entender que sucede, tal y como hicieron cuando otros crímenes fueron ejecutados bajo el amparo del mismo partido (recordemos el grupo antiterrorista GAL).
Cuando los ejecutores eran los del PP, de la mano del ya genocida internacional José Maria Aznar, estos mismos que hoy ponen cara de poker protestaban airadamente en las calles y movilizaban a sus militantes contra los "asesinos". Hoy vemos que, en realidad, lo son tanto como aquellos (que por cierto, mucho menos hipócritas que aquel PSOE, hoy en el poder, han votado tambien a favor de la matanza de libios).
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