Él 75% del agua para consumo y riego del mundo está en manos privadas. Así lo denuncio uno de los grandes defensores de, en sus propias palabras, "convertir el agua en uno de los derechos humanos".El presidente de Bolivia, Evo Morales, denuncio que, al contrario, el agua es una mercancia mas para las ambiciones de las elites privadas, en una reunión con productores agropecuarios de la localidad de Tarija. Morales recordó que el pueblo boliviano se enfrentó a esos intereses en el año 2000 en Cochabamba, en la denominada “Guerra del Agua”, cuando la empresa privada Aguas del Tunari quiso hacerse con el servicio para obtener grandes beneficios.
La “guerra del Agua” de Cochabamba se libró entre enero y abril de 2000. Su detonante fue la privatización del abastecimiento del agua, ante los propósitos de la empresa multinacional Bechtel de privatizar su suministro.
El contrato fue conseguido por la empresa denominada Aguas del Tunari, un consorcio empresarial en el que Bechtel participaba al 27,5 por ciento, que elevó las tarifas del servicio hasta en un 50 por ciento, lo que generó protestas que derivaron en enfrentamientos con la Policía y el Ejército con el saldo de seis muertos y 170 heridos.
Finalmente el contrato fue rescindido ante la presión popular.
“El agua es un servicio, no puede ser mercantilizada”, remacó el presidente boliviano, al destacar la decisión del pueblo de impedir que intereses privados logren sus propósitos.
Sin embargo, considerada como mercancia hace que las potencias economicas hagan lo que sea para controlar su suministro, y enriquecerse a costa de la necesidad de los pueblos. Así, Morales recordó lo sucedió, por ejemplo, en Foz de Iguazú, en la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina, donde Estados Unidos denunció que operan ”grupos armados”, solamente para ejercer un control del sistema acuífero.
LibreRed.Net
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